La hora del biberón

la hora del biberon

Cuando llega el momento de dar de comer a nuestro bebé siempre surge una duda: pecho o biberón. Con esto no vamos a hablar hoy de usar  leche materna o leche preparada,  a pesar de que,   aunque cada una de estas soluciones tiene pros y contras, la leche de la madre siempre es mejor y más natural que cualquier preparado infantil. A lo que queremos echar luz es al uso de la herramientas en si, ya sea con leche o cualquier otro líquido.

Así pues no querernos lanzarnos a la discusión sobre la lactancia materna, lo cuál es una decisión personal y ante lo que ninguna mujer debe sentirse presionada, ni ceder a la ‘opinología’. De cualquier modo, sea como se la alimentación del pequeño en un momento u otro tendrá que usar este recipiente para beber. ¿Qué ventajas tiene su empleo?

El biberón permite la independencia de la madre y al mismo tiempo permite participar en esta tarea al otro miembro de la pareja. Por un lado, a veces  esto es inevitable, ya que la baja por maternidad se acaba y las mamás que tienen(y/o quieren) que volver a trabajar no pueden seguir con ese ritmo, de manera que aunque el sacaleches ayuda, puede que optemos por el cambio a leches artificiales. En ese caso primero mezclaremos con la natural para evitar rechazos.

Por el otro lado, aún si continuamos con la lactancia más allá de este periodo, emplearlo para ceder el puesto a la otra persona, ayuda a estrechar lazos.  Este es el fundamental beneficio del biberón frente a la toma directa del pecho: compartir el proceso íntimo y precioso de alimentar al pequeño.

Por otro lado, como no sólo lo utilizaremos para la lactancia, el biberón está fabricado para adaptarse al crecimiento del niño y por lo tanto se diseña con formas ergonómicas para favorecer su manipulación y la ingesta de los líquidos. No sólo se hace en formas redondeadas y con asitas adaptadas al tamaño de sus manos  sino que su tetilla cambia de forma y orientación en función de la postura en la que el bebé se va poniendo para comer y para tragar. Esto ayuda a que el peque aprenda a beber solito, lo que es fundamental para su independencia así como para desarrollar la motricidad fina. También es un paso intermedio a beber en un vasito normal. Para elegir el correcto, emplea uno que se adapte a la edad de tu hijo, que este homologado y que os guste a los dos, pero sobre todo que a él, ya que sólo si es cómodo para él lo utilizara.

Podéis elegir modelos de cristal que son menos tóxicos, pero tienen el peligro de ser más frágiles y, a la vez pesados. Por otro lado, si elegimos uno de plásticos, hay que comprobar que no llevan Bisfenol A, que es componente nocivo de este material. Estos se pueden calentar en el microondas, aunque sería mejor prescindir de este aparato lo más posible en general.

Así una de nuestras recomendaciones es que contéis con uno aunque deis el pecho, es decir, aunque deis de mamar, un biberón servirá para que el niño puede alimentarse sin que estéis vosotras o seáis vosotras quienes se encarguen, así que os sacarán de un apuro. Por otro lado, como todo, no hay que abusar de él ni de los chupetes, llegado un momento el pequeño debe beber de recipientes como botellitos y vasos, ya que según estudios, pasarse con el biberón puede perjudicar al desarrollo del lenguaje y la pronunciación de ciertos sonidos.

 

 

3 comments

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *