El vino favorece nuestra autodefensa natural

el vino y el revesratrolEl vino tiene beneficios para la salud debido no sólo a la materia prima que es la uva, de cuyas propiedades  ya os hemos hablado anteriormente, sino gracias al revesratrol (que se puede hallar en el fruto sin fermentar también). Una de las cosas que hace esta sustancia ‘mágica’ es generar una respuesta muy primaria ante el estrés.

Con esto, qué parece una simpleza y que no se traduce a que la embriaguez nos haga relajarnos y evadirnos del estrés o de los problemas, hablamos de una cosa muy seria. El revesratrol activa una respuesta en las células que generan unos genes protectores y que activan la reparación del ADN.

Este polifenol, poderoso antioxidante que en general ayuda a la regeneración de las células y al antienvejecimiento general,   ayuda a combatir ciertos cánceres, debido también a su poder para regular los estrógenos y se está considerando su poder para mejorar la salud cardiovascular, cerebral y para tratar la diabetes.

Todo esto se explica porque esta enzima vegetal ayuda a poner en marcha un mecanismo biológico evolutivo de la defensa de los organismos que parecía haberse obviado. El revesratrol es una molécula natural de las plantas que permite que estás identifiquen un ataque patógeno y reaccionen cortando la infección, mediante la muerte de las células enfermas, la comunicación y el ataque al invasor. De ahí que está clara cadena de acciones: alerta, comunicación, bloqueo y lucha sea un mecanismo básico para la supervivencia que cuanto más rápido se dé más alarga la vida ante cualquier alteración o daño en un ser vivo.

En el caso de la actividad de esta sustancia en los seres humanos hay que entender que actúan por imitación o copia de otras enzimas, en concreto la tirosina que provoca la respuesta de defensa del organismo.

Produce esta respuesta autoprotectora básica del organismo con dosis menores que otros antioxidantes. Por suerte, el revesratrol se puede encontrar también en el cacao puro, las ostras, las nueces, las moras, o los cacahuetes y no sólo en el vino, que por su alcohol no es tan recomendable.

No obstante, estos descubrimientos de momento se basan en experimentos realizados con ratones y aún falta por corroborarlos en pacientes ‘humanos’.

 

Imagen | Piyato

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