Después de la resaca que nos quedó tras el paso de la famosa gripe A, llega la noticia de que en una granja canadiense de pavos ha aparecido un caso de gripe aviar.
Tras esto a todos nos viene el recuerdo de la histeria colectiva que desató la gripe A el año pasado y que causó la muerte de menos personas de las originadas normalmente por la gripe estacional.
Éste virus encontrado parece ser una cepa de bajo riesgo para los seres humanos, pero a se ha procedido al sacrificio de todos los animales ademas de poner en cuarentena el criadero de aves local y una granja de pollos próxima con la que habían tenido contacto.
Si bien es cierto que había algo de temor de que se tratase de la cepa más virulenta del virus, y que, afortunadamente no lo es, la información a la población no debería de llegar tan pronto pues el pánico cala rápidamente en la sociedad y luego es difícil de extirpar.
Ante situaciones de éste tipo los organismos deberían proceder a llevar a cabo labores de aislamiento y puesta en marcha de todos los mecanismos de prevención que sean necesarios pero evitando alertar innecesariamente a la población ya que el exceso de información que llega a todos los usuarios del mundo hace que esto vuelva a convertirse en un ataque de histeria colectiva sin igual como ya sucedió con la gripe A.
Las autoridades canadienses han sabido resolver éste problema desde un punto de vista sanitario pero la alarma que ha supuesto para la población mundial es algo que debería de considerarse de aquí a tiempos futuros.
