Frutas del verano: las propiedades de la sandía

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La sandía se puede comprar todo el año en muchos supermercados gracias a invernaderos y otras técnicas de cultivo similares, pero la más natural es la de temporada: la que se cosecha en los huertos en verano. Hay que recordar que las mejores frutas siempre son las de temporadas ya que son las que tienen un proceso de maduración mejor y conservan más su sabor y sus propiedades nutritivas. La sandia es, además, ideal para combatir olas de calor y estar hidratado sin apenas añadir calorías. ¿Conocéis el resto de propiedades de esta fruta?

La sandía es una fruta muy rica en agua, lo que junta al resto de sus propiedades la hacen  diuretica e hidratante, pero no sólo debemos tomarla por eso: es fuente natural de vitaminas y minerales. Su intenso color rojo es síntoma de su alto contenido en carotenos, en concretos en licopeno, un antioxidante que procesado por el organismo se transforma en vitamina A, ayuda a la regeneración celular, a la protección de los tejidos y la juventud de la piel. Este ingrediente poderosos también es coadyuvante en el tratamiento de úlceras, reducción del colesterol malo y en la prevención del cáncer

A esto se le añade su aporte de vitamina C, que es otro antioxidante esencial para nuestro cuerpo y que ayuda a luchar contra la radicales libres y favorecer el mismo proceso de renovación, como por ejemplo en la cicatrización de heridas y eliminación de marcas de la piel y de quemaduras.

A la belleza de la piel y del pelo contribuye los niveles de vitaminas del complejo B, que favorecen también los procesos digestivos y refuerza las defensas. Esta permite que el organismo absorba el resto de sustancias nutritivas para que el sistema nervioso funcione a la perfección y ayuda a aliviar estados de tensión, insomnio y nerviosismo en general.  Es decir, que comiendo sandia tenemos un rico cóctel de vitaminas muy muy saludable.

Además la sandía tiene minerales como el manganeso,  potasio, y en menor proporción hierro y fósforo, y, a pesar de su dulzor, tiene muy pocas calorías (32 por cada 100 gramos), lo que la hace una buena aliada de cualquier dieta, ya que, aún más, es saciante.  También muy recomendable para los hipertensos y los diabéticos.

Al contrario de lo que se piensa, al igual que pasa con otras frutas, como el limón o la naranja, es mejor comerla entre horas que como postres, especialmente si la comida ha sido copiosa, ya que su zumo neutraliza los jugos digestivos. Una idea muy fresquita para tentempiés es tomar la sandía en ensalada o con queso o en smoothies.

 

Imagen| Piyato

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