Burnout, el síndrome de estar quemado

burnot o estar quemado

En estos tiempos de crisis, la imposibilidad o dificultad de mejorar o cambiar de trabajo ha hecho que el estrés evoluciona a un nivel superior que recibe el nombre en inglés de ‘Burnout’: es decir, lo que comúnmente se conoce como ‘estar quemado’.

El burnout laboral se traduce como una sensación prolongada de cansancio o fatiga crónica, que incluso se extiende en las horas libres lo que produce también un desarreglo de nuestro biorritmo y un continuo estado del que es diícil recuperarse. Si uno no consigue descansar y desconectar el ciclo se autorreproduce.  la fatiga deriva en ineficacia y esta se oculta con negación. Asímismo las tareas que se disfrutaban se convierten en anodinas y se pierden los alicientes y motivaciones a largo plazo, lo que redunda en la improductividad del empleado.

En el plano físico se puede padecer insomnio, dolores de cabeza, nauseas, mareos, trastornos digestivos, dolores musculares, dermatitis o manchas en la piel.

¿Cómo se llega a esta situación? Este síndrome se produce tras jornadas y jornadas de trabajo lleno de presión, con demandas y tareas excesivas día tras día y un ambiente laboral estresante e incluso amenazante, es decir, que viene acompañada de relaciones interpersonales y emociones negativas.

Los más propensos a sufrir este desgaste laboral son aquellos que cuentan con un ambiente familiar tenso y un trabajo de intensa actividad, altas expectativas constantes y mucho trato con clientes.

No obstante, estar quemado no está reconocido como una enfermedad sino que es una mera dificultad para manejar el estrés o los problemas en el trabajo.

Aquí hallamos unos de los principios básicos del bienestar: el ánimo y la actitud determina también nuestra salud. Una vez que asumimos que nuestra salud depende de ser optimista y de no permitir que la amargura de un ámbito de nuestra vida envenene el resto.

Pero, ¿cómo evitarlo? Esto no es nada fácil en verdad. Lo primero que hay que hacer es reforzar las otras facetas de la vida personal y potenciar una buena autoestima. Por otro lado, hay que compartimentar y  distanciarse mentalmente del objeto de la presión, plantearse metas y objetivos razones (y paso a paso) y buscar puntos de apoyo al salir del trabajo.

Imagen| imagerymajestic

 

 

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