Cómo no ser un casposo: la caspa y sus remedios

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Las caspa es la acumulación de células muertas generadas por un exceso de actividad y número de un hongo que vive en nuestro cuero cabelludo y se alimenta de la grasa de los folículos pilotos. Este en ocasiones se reproduce en exceso e irrita y deshidrata el cabello, lo que da lugar a que el sistema renueve antes los tejidos de esa zona, es decir, más de una vez al mes. Este crecimiento anormal de estos hongos hace que la regeneración de estas células se haga más a menudo, con lo que se producen más residuos y estos se hacen más visibles ya que se mezclan con la grasa natural del cabello, también descontrolada. En un ciclo normal, estas células se eliminan mientras nos duchamos o peinamos pero al haber tal cantidad, esta se acumula y con el sebo se adhiere al cuero o se queda en los hombros.

Sin embargo, sea como sea, lo que nos importa es cómo acabar con la caspa, no sólo por su efecto antiestético, sino porque suele ir acompañado de picor y descamación excesiva, así como dañar la salud general de tu pelo. ¿Quieres saber cómo no ser un casposo?

-Lo más común es emplear un champú anticaspa, si nuestro caso es esporádico, temporal y leve. Si tenemos mucha caspa o el efecto se mantiene hay que acudir al médico o dermatólogo quien nos mandará un tipo más específico con una formula especial, sólo disponible en farmacias.

-Otras aplicaciones ‘caseras’ e inofensivas que podemos usar para paliar este mal son:

  • los baños con vinagre y agua, o vinagre y aceite de árbol de té, que tienen efecto fungicidas. Además aclarar el pelo con agua y unas gotas de vinagre de manzana restaura el ph de cabello y favorece el desenredado.
  • Masaje de la cabeza impregnada en aceite de oliva ligeramente tibio y peinar tras media de reposo. (Después lavar como normalmente).
  • masaje con infusión templada de manzanilla: es sedante, antiinflamatoria y antiséptica

-Aunque lo mejor es que, lo primero, junto a eso, revisemos nuestro ánimo y cortemos estados de nerviosismo o estrés que puedan estar alterándonos ya que muchas veces el sebo o grasa que alimenta y ayuda a crecer a estos malditos hongos son cambios de tiempo, estados emocionales de tensión o nervios, estrés o desequilibrios metabólicos (como una alergía) u hormonales.

-Asimismo hay que observar si nuestra dieta ha empeorado y sobre todo si tomamos pocos alimentos ricos en zinc (hígado, cordero, calabaza y pipas de calabaza, sésamo y sus derivados, chocolate negro sin azúcar, carne de ternera, cacahuetes, ostras o ) Si, además, nos sentimos más débil y ves que tu cabello, tus ojos y tu piel tiene peor aspecto, incluye rápidamente alguno de esto alimentos en tus menús. El zinc es muy importante para la salud de los tejidos superficiales y para el sistema inmunológico: bajas nuestras defensas y débil nuestra piel, el hongo crece y daña con más facilidad. También es importante aumentar la ingesta de vitaminas del grupo B.

La caspa vista desde este punto de vista es una nota de atención para que alimentemos nuestras defensas.

-Para regular nuestro metabolismo y reducir nuestro estrés, además de para nuestra salud en general, se recomienda, una vez más: hacer ejercicio con frecuencia.

-Para contribuir a calmar y restaurar el equilibrio de nuestro cuero cabelludo es importante: no abusar de tintes, permanentes, secadores, planchas, productos de peinado como lacas, geles, gominas o espumas y evitar rascarse la cabeza sin necesidad, ya que esto erosiona el cuero también. Un error muy común respecto a esto último es arañarse o frotarse con las uñas la cabeza durante el lavado. Parece una tontería, pero no lo es: hay que usar las yemas de los dedos y hacer movimientos circulares sin ‘rayas’ o friccionar a lo bestia.

 

 

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