La sonrisa es nuestra carta de presentación, pero también un factor muy importante en nuestro nivel de autoestima, por este motivo, cuando no podemos disfrutar de ella, ya sea por causa de algún traumatismo o alguna malformación, congénita o tumoral, es importante acudir a un especialista.
La Cirugía maxilofacial es la especialidad médico-quirúrgica que se ocupa de la prevención, estudio, diagnóstico y tratamiento de las patologías localizadas en la cara y el cuello.
La cara, la boca, son parte muy importante de nuestro cuerpo, y cumplen funciones esenciales, como la alimentación, la vista o el lenguaje. Este tipo de cirugía es fundamental, en los casos en los que el paciente sufre lesiones en la cara o tiene alguna malformación congénita o tumoral.
La cirugía maxilofacial , se indica cuando una persona presenta falta de armonía en el tamaño de las mandíbulas y la posición y tamaño de dientes y la función se ve alterada.
La cirugía maxilofacial se aplica en una zona muy compleja, por lo que abarca una gran variedad de procedimientos. En cualquier caso, este tipo de tratamiento es interdisciplinario estando muy vinculada con la cirugía plástica, la neurocirugía y la otorrinolaringología, dados sus campos de actuación:
– Traumatismos faciales.
– Labio leporino.
– Paladar hendido,
– Oncología oral, craneofacial y cervical.
– Cirugía reconstructiva.
– Cirugía estética facial.
– Patología de glándulas salivales (tumores benignos y malignos, cálculos, etc).
– Deformidades craneofaciales (desde leves deformidades dento faciales hasta grandes síndromes malformativos),
– Patología infecciosa cervico facial (flemones y abscesos faciales y cervicales).
– Implantología oral (colocación y rehabilitación de implantes dentales osteintegrados).
– Quistes de lo maxilares,
– Patología de la mucosa oral y de la articulación temporomandibular (disfunción craneomandibular), etc.
Los procedimientos se realizan por el interior de la boca, por lo que no deja cicatrices al paciente.
¿Cómo se diagnostica la cirugía maxilofacial?
Tanto para la diagnosticación, como para el tratamiento de este tipo de malformaciones óseas, intervienen especialistas en odontología, ortodoncia, cirugía maxilofacial y cirugía plástica facial, en las que son necesarias minuciosas mediciones en las que interpretar el nivel de desviación de los huesos faciales. Este procedimiento es crucial a la hora de determinar los objetivos del tratamiento.
Es necesario realizar un examen clínico exahustivo al paciente, en el que se valore la ortodoncia, se realicen radiografías maxilofaciales (panorámicas, de frente y de perfil) y un cuidadoso estudio óseo facial, en el que se observen las modificaciones posibles y sus consecuentes resultados.
Beneficios:
– La relación de los huesos de la mandíbula se armoniza después de la cirugía, lo que mejora la apariencia facial y por ende la autoestima.
– Mejora la función de masticar.
– Facilita el mantener una buena higiene oral pues puede mejorar mucho adicional a la ubicación de los huesos, también puede mejorar los dientes en mal posición.
Si necesitas ser tratado por un especialista, no tengas miedo, pese a que es probable que durante algunas semanas tras la cirugía perdure algo de hinchazón, a partir de la cuarta semana, se empiezan a ver los resultados. Una vez terminado el proceso, la satisfacción de los pacientes es notoria.
