Enfréntate a las muelas del juicio

muelas del juicio

Las muelas del juicio se llaman así porque son las últimas en salir y no porque sean las del ‘juicio final’ sino porque salen cuando ya tenemos juicio, normalmente en torno a los 15-25 años. Aunque a veces no molestan y no hace falta  tocarlas, en la mayoría de los casos, hay que acudir al dentista para que las extraiga.

Las muelas del juicio o terceros molares son una causa de preocupación porque lo único que ocasionan son problemas: cómo actualmente la higiene y cuidado dental es mejor que en el pasado, al salir no tienen espacio con lo que provocan molestias dolor, especialmente por la inflamación que se produce durante el periodo de erupción, pero también en muchos casos por presión sobre el resto de dientes y eso cuando no hay complicaciones, porque por lo general, además son o muy grandes o nacen mal colocadas.

¿Entonces para qué sirven estas piezas dentales? Desgraciadamente para nada, se trata de un diente heredado de los hombres prehistóricos que tenían una mandíbula más grande ya que entre otras cosas las circunstancias adversas de su medio y la carencia de herramientas les obligaban a comer carne cruda y a morder y masticar alimentos más duros. De hecho se dice que, aparte de este tercer molar, existía un cuarto. Hoy en día el ser humano tiene una cabeza morfológicamente distinta, ya que se enfrenta a necesidades diferentes, y su frente y su mandíbula son más estrechas.Por eso estas muelas del juicio son recuerdos inútiles. Sólo en caso de que hayamos perdido la pieza contigua está nos puede ayudar e incluso a veces está se recoloca para ello.

De ahí que, a veces estos dientes salen de tal forma que ocasionan terribles dolores, que se manifiestan en el oído, en los ojos, garganta y en la mandíbula, se nos hincha la cara y  pueden dañar otros dientes por la forma en en que estos las empujan e incluso, puede dañar mucho en diente contiguo al venir torcido y apuntar a la raíz del mismo o del nervio dentario. También pueden nacer muy detrás donde apenas hay encía y se forma una mucosa a su alrededor para sostenerla: esto supone que se convierte en un lugar perfecto para acumular residuos y bacterias, lo que también es una de las razones por las que a algunas personas les salen más caries que a otras, a pesar de lavarse mucho los dientes.

La extracción no tiene porque ser complicada a no ser que en diente esté muy inclinado y hundido y muy cerca del nervio dentario. En los casos en los que se dé mucha proximidad a este habrá que valorar las opciones, pero siempre habrá que recurrir a un cirujano maxilofacial .

Por otro lado, también existen casos en los que estas muelas aparecen y no dan problemas. No obstante , muchos especialistas querran quitarlas y otros preferiran esperar a que haya molestias y dolores. Mientras haya espacio, no vengan torcidas y las encías tengan buena salud, los temerosos al dentista, pueden quedarse tranquilo. En cualquier caso, se recomienda esforzarse en la limpieza de los dientes sin olvidarse de esta zona donde más se cumula el ‘detritus’ y en el 80% de los casos acudir al odontólogo sin demorarse y no recurrir a la automedicación.

Hay que acordarse de que el dentista soluciona el problema y que hoy en día su especialidad cuenta con tantos avances que para nada tiene que ser un proceso doloroso, razón por la cuál os animamos a enfrentaros a las muelas del juicio sin miedo.

 

Imagen| artur81

 

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