La mejor hora para hacer deporte

La mejor hora para hacer deporte

La mejor hora para hacer deporte es aquella en la que al cuerpo le sienta mejor, es decir, rinde más y sufre menos. Con esto  no estamos hablando en concreto de una hora u otra del día, sino del momento en relación con nuestro ritmo de vida y nuestro biorritmo.

Hacer ejercicio es necesario para nuestra salud física y emocional, pero a veces la falta de tiempo nos obliga a hacerlo mal por tener que hacerlo deprisa o a deshora. Normalmente hay 3 momentos que son los más elegidos, por la gente que trabaja una jornada larga de trabajo diario sobre todo: a primera hora (antes de ir al trabajo), a la hora de la comida(antes o después del almuerzo), o por la tarde-noche tras salir de la oficina. ¿Qué momento es más adecuado?

Si lo que queremos es quemar grasa o perder esos quilos de más hay que tener en cuenta que lo que más influye es la temperatura, la ambiente, pero sobre todo la corporal. Por ello, al contrario de lo que se cree comúnmente, haremos ejercicio por la tarde o por la noche, ya que es cuando la temperatura del cuerpo ha subido y aunque le cuesta más hacer esfuerzos cuando los hacemos aceleramos nuestro ritmo, algo más lento, y nuestro calor, lo que quema más grasa. Asimismo cuando el exterior es más frío o fresco contribuye a esto, más que si es al contrario.

No obstante, si hay que elegir entre tarde y noche, siempre mejor por la tarde, ya que con la actividad nuestro cuerpo libera adrenalina y aunque con ello nos quitamos el estrés, también nos despierta y eso puede provocar insomnio, aunque al mismo tiempo estemos muy cansados.

Si nuestra intención es ganar masa muscular es mejor machacarse por la mañana. Eso si, no lo hagáis en ayunas si lo que queréis hacer es una actividad intensa, ya que vuestro cuerpo no tiene combustible suficiente y podrías lesionaros o desmayaros, entre otras cosas. Si quieres adelgazar puedes optar por un ejercicio moderado y combinarlo con dieta sensata (adelgazar supone quemar más de lo que ingerimos)

No obstante, lo normal es que el deporte elegido para las mañanas vaya después del desayuno, evidentemente tampoco con el estomago muy lleno. Es una manera perfecta de activarse para todo el día, como si nos dieran un empujoncito, pero, atención, hay que calentar más y mejor, pues llevamos toda la noche en reposo.

El mediodía es también buena hora, siempre que la comida que tomemos, igual que en el desayuno, no sea pesada y esperemos en torno a una hora para ponernos ‘a sudar’.

Si lo que queremos es hacer ejercicio aeróbico, de resistencia, cualquier hora es buena siempre que ni hayamos comido mucho ni estemos en ayunas. Por otro lado, hay quien prefiere el momento vespertino con el estómago vacío para prepararse, más mental que físicamente, para pruebas  extremas como el maratón.

Finalmente la agenda diaria marcará vuestro horario deportivo, pero si podéis elegir recordad estas breves recomendaciones.

 

 

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