Hoy en día ser adicto al móvil es más común de lo que se piensa. El problema es que la gente no concibe el abuso de este aparato con tener un problema, muchos lo asocian a un ansia, positiva, de estar informado, disponible en el trabajo o conectado con sus amigos o familia. Sin embargo, la dependencia con este instrumento existe y no es sana. Olvidarlo en casa, perderlo o romperlo es una tragedia de dimensiones inusitadas y genera los mismos, o muy similares, síntomas de abstinencia. Hoy os vamos a señalar exactamente cuáles son los indicios de ser un adicto al móvil.
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La adicción al teléfono móvil, Fomo (cuando se trata en concreto de obsesión por estar conectdo a internet) o nomofobia(miedo a salir de casa sin el terminal) es una adicción en crecimiento difícil de advertir en un mundo que se relaciona demasiado a menudo inmerso en estos instrumentos de comunicación multimedia. Pero, ¿donde empieza el abuso? Estas son alguna de las señales de ‘estar enganchado’ al smartphone:
-Mirar compulsivamente el teléfono, a cualquier hora, cada 30 minutos, aunque no haya razón. Revisarlo cada cinco minutos pendientes de recibir respuestas a acciones concretas de estados, correos o mensajes. Convertir esta rutina en lo primero que haces al despertar y lo última antes de dormir.
– Necesitar irse de vacaciones allá donde haya cobertura o wi-fi y rechazar las opciones más viables de viaje a causa de no cumplir esos requisitos. Asimismo evitar en cualquier sitio bares o restaurantes o cualquier establecimiento que impida la conexión a internet
– Tener siempre el móvil en la mano aunque no se esté utilizando, como forma de tranquilizarse o sentirse seguro.
– Usarlo mientras se habla con otras personas, incluso interrumpiendo la conversación real para ver con más atención algo en el teléfono.
– Sentir ansiedad cuando uno no lleva el teléfono encima o deprimirse cuando nadie le responde en las redes sociales (como si se tratase de contacto real).
-Estar de mal humor cuando se ve obligado a relacionarse cara a cara y estar más cómodo con un diálogo vía móvil, especialmente por chat o messenger, generando una vida virtual muy plena y una real muy vacía.
– Adoptar un carácter más introvertido al usual, aislándose en torno al teléfono. Estar más irritable, cansado y dormir mal también puede deberse al efecto de esta adicción.
-Pasar más tiempo dedicado a navegar que a hablar con amigos y familiares.
Imagen|Pastry
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