Existen muchas fobias y mitos en torno a la sexualidad de las personas, que pueden devenir en trastornos y problemas para nuestra salud, tanto física como emocional.
Estas fobias sexuales, se sabe que afectan a más personas de las que se cree y el promedio en la edad es cada vez más bajo. Ya sea por ignorancia o por ser temas tabús, las fobias son cada vez más comunes y el primer paso para afrontarlas es reconocerlas y aprender a identificarlas.
Una fobia se conoce como un miedo irracional, y en algunas personas el miedo pasa a ser un problema mucho mayor al punto de generar en la persona un bloqueo total (se han encontrado casos de hasta parálisis).
Usualmente la frustración provocada por una fobia, suele generar la eyacuación precoz en los hombres y dolores a la hora de tener relaciones, en las mujeres. Existen más mujeres de lo que se cree, que tienen miedo de ser penetradas («vaginismo»), al punto de sentir pánico hasta para colocarse un tampón.
Los hombres no se quedan atrás, ser tímido es una cosa, pero tenerle fobia a acostarse con una mujer hermosa se llama «venustrafobia».
El miedo a la desnudez propia y ajena es uno de los más comunes y recibe el nombre de «gimnofobia» y su origen se funda en un sentimiento de inferioridad con respecto al cuerpo que la persona tiene como idealizado en su mente y el que realmente posee o cómo se ve su cuerpo. Está en relación directa con la autoestima y problemas de alimentación como la Bulimia, la Anorexia, etc.
El miedo o fobia al pene masculino recibe el nombre de «falofobia» y se puede dar en mujeres como en hombres homosexuales. En contrapartida el miedo a la vagina o genitales femeninos se llama «eurotofobia».
