La menopausia es una nueva etapa hormonal en la vida de una mujer, en la mayor parte de los casos mal entendida o algo estigmatizada: se trata de un cambio de fase sin más, no es una enfermedad ni ningún tipo de lacra o perdida de vitalidad.
La menopausia supone que los ovarios de una mujer dejan de producir óvulos y en consecuencia cesa la menstruación. el cuerpo deja de producir una importante proporción de estrógenos y protesgerona que ya no necesita y esta reducción de hormonas es la que ocasionan los cambios físicos que se dan en la mujer y en algunos casos ciertas molestias. La menopausia viene a nombrar el proceso por el que se retira el periodo y el organismo se vuelve a regular y suele darse en torno a los 45-55 años de edad. Esto puede durar en torno a un año, ya que la ‘regla’ no se retira de golpe sino que va demorándose y espaciándose. Se puede concluir que esto se ha completado el ciclo cuando la mujer lleva un año sin manchar y ahí se inicia la posmenopausia.
Algunos de los síntomas iniciales son temporales y otros no. Los sofocos, los cambios de humor y la perdida de apetito sexual o libido son pasajeros y no se dan siempre, aunque pueden alargarse hasta 2 ó 5 años. Otros, sin embargo, se mantienen como son la disminución de flujo, generalmente un aumento de peso y tendencia a la osteoporosis, dolores articulares y al aumento del colesterol. Algunos, son más aleatorios y dependen de la persona, que puede padecer o no, infecciones vaginales, insomnio, dolores de cabeza, latidos fuertes, olvidos o incontinencia urinaria. Estos problemas pueden ser más intensos en el caso de que la menopausia sea quirúrgica: se haya dado por extirpación de los ovarios o debido a tratamientos químicos de algunas enfermedades como el cáncer.
Llegado este momento es fundamental mejorar nuestros hábitos de salud: evitar el café, alcohol y el tabaco, no descuidarnos con el deporte, incrementar los productos ricos en calcio y fibra y vigilar las grasas que comemos. En el ámbito de la pareja no debe acomplejarnos usar lubricantes y cuidar de nuestra relación con renovada pasión. Por supuesto, si los problemas de la menopausia se prolongan hay que acudir al médico quien nos recomendará los suplementos adecuados, hormoterapia si es necesario o cualquier otro medicamento y por supuesto hay que tomarse todo con una nueva paciencia y no perder el ánimo.
Otras medidas que nos pueden ayudar es practicar yoga o pilates y comer alimentos ricos en fitoesteroles, buenos para el colesterol y en fitoestrógenos, muy parecidos a los estrógenos. Esos últimos se encuentran en garbanzos, soja, en el lino y sus derivados, la alfalfa, el perejil (sin pasarse), las espinacas, avena; albaricoques, dátiles y ciruelas secos; semillas de sésamo y girasol; en pistachos, en el ajo o en los frijoles negros.
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