La hepatitis C y su costosa cura

hepatitis C y cura

La hepatitis C es una de las variedades de la hepatitis que padecen alrededor de unos  150 millones de personas en el mundo según la OMS. Las estadísticas, que se ha puesto de relieve a partir de la polémica del medicamento Sovaldi, denuncian que mientras esta medicina, y otros fármacos similares, no llega a los enfermos cada mes este mal se lleva a 12 personas. Pero, ¿qué es la hepatitis C?¿Cómo se cura?

La hepatitis C es una enfermedad viral que ataca al hígado, lo inflama y destruye, la mayoría de las veces con cáncer de derivado de esta y casi siempre cirrosis, a parte de generar muchos otros dolores.

Es un virus que se contagia de una persona a otra por medio de contacto con fluidos, en concreto con la sangre de otra persona infectada. Lo más común es que se dé por compartir jeringuillas, cepillos de dientes, por transfusiones negligentes y la mala esterilización del equipamiento médico o de agujas de tatuaje o acupuntura, trasplante de órganos de un paciente con hepatitis,  relaciones sexuales sin protección, transmisión de madre e hijo en el embarazo, o algún accidente o despiste, en el caso de las personas que trabajan en un centro sanitario.

Hasta que la enfermedad no es crónica no presenta muchos síntomas,  de hecho cuando sólo está en la fase aguda tan sólo el 15% de los enfermos presenta dolencias y estas son leves y tales como falta de apetito, perdida de peso, nauseas, fatiga y dolores articulares y musculares. Cuando la infección es más demoledora, que es el 80% de los casos aparte de causar cirrosis y muchos casos cáncer hepático, también aparecen la hipertensión, coagulopatías y problemas circulatorios, gastritis, encefalopatía hepática,varices esofágicas y gástricas, ascitis, ictericia.

Hasta el momento no existe ninguna vacuna para tratar la hepatitis, pero en los últimos años han aparecido varios medicamentos muy efectivos (acaban con el virus en el 90%-95% de los pacientes tratados) pero de distribución limitada debido a su alto coste de venta. Especificamos de venta, porque se denuncia que de nuevo imperan sobre las necesidades humanas, la ley del mercado (cómo muchos empiezan a pensar que pasa con muchas de las enfermedades más duras del planeta): el coste de producir Sovaldi, el fármaco aceptado en España, es de 200 euros y al paciente le cuesta 60000 euros. Este elevado precio ‘al público’  ha hecho que muy pocos enfermos puedan acceder al él y que la sanidad pública tampoco lo esté recetando.

Esto ha provocado marchas, protestas y encierros que de momento no han conseguido una reacción justa ni por parte de la empresa que vende este tratamiento ni de las autoridades que permiten este abuso, mientras miles de personas esperan recibir desde hace tiempo una cura. La Organización mundial de la Salud también lo dice en su página: estos medicamentos son de bajo coste de fabricación y, sin embargo, el elevado precio hará que la solución sea de difícil acceso hasta en países de altos ingresos. ¿Qué precio tiene la vida para estas multinacionales? ¿ No están las autoridades para mediar en esta clase de excesos y de proveer para su gente en cuanto a energía, recursos y medicamentos? La respuesta por desgracia está a la vista.

Imagen | Holohololand

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