Las pestañas no son sólo una parte del cuerpo estética, tienen una función clara con independencia de que las maquillemos o no: protegen, junto a las cejas, a los ojos del polvo, agua, viento y luz agresivos, y de todos los agentes externos en general. De hecho son una cortina defensiva que filtra el sol y hace barrera frente a lo que se nos echa encima: son extremadamente sensibles a los impactos, en cuanto sienten que algo las toca hacen al parpado cerrarse.
Por tanto, es importante mantener una pestañas fuertes y bonitas, no sólo porque nos harán más guapos/as sino porque ayudaremos a mantener sanos, además nuestros ojos. Hoy os vamos a dar unos sencillos consejos para cuidar de las pestañas.
El punto primero de todo cuidado estético y de la salud es que comamos bien: una buena dieta ayuda a la juventud y fortaleza de nuestros tejidos. Vitamina E, C y B son fundamentales para la regeneración celular, así como los ácidos grasos esenciales omega 3 y 6. Con esto, si queremos unas pestañas sanas no debemos olvidar tomar la cantidad recomendada de fruta y verdura y aprovechemos para tomar las de color naranja como calabaza, zanahoria y naranja que cuidan ojos y piel y las preparan para el verano; así como pescados azules como el salmón, el atún o las sardinas llenos de grasas y proteínas buenas, hierro, zinc, fósforo; frutos secos como las nueces, un auténtico hallazgo nutritivo, legumbres y carnes magras. Entre los complementos naturales geniales para tus pestañas destacan la cola de caballo y la levadura de cerveza.
Las pestañas son pelos y como tales es mejor que las cuidemos como el resto del cabello. Intentemos no frotarnos mucho los ojos ya que las dañaremos con tanta fricción y se quebrarán, no obstante, puedes cepillarlas con un cepillo específico que ayudará a activar la circulación
Si nos maquillamos, que sea poco ya que el rimel añade peso y rigidez a las pestañas y las hace más frágiles. Cuando lo hagamos que sea con poca cantidad y bien repartida desde el nacimiento a las puntas, ya que si se carga el extremo también se rompen con más facilidad. También es útil para fortalecerlas escoger una máscara de pestañas que lleve pantenol, colágeno, vitaminas o queratina.
Evitemos el rizador de pestañas y los productos waterproof, más difíciles de quitar. Las pestañas postizas también deben ser un complemento excepcional para grandes ocasiones ya que al quitarse o caerse, con todos sus productos adhesivos, se llevan consigo al tiempo algunas de nuestras pestañas naturales.
A la hora de desmaquillarlas hay que hacerlo con productos hipoalergenicos y de calidad y pasar una esponjita con mucha delicadeza haciendo el barrido igual que antes, desde la raíz. Nunca hay que dormir sin hacer esto ya que, si no, nos encontraremos más de una mala sorpresa por la mañana.
Tratemos las pestañas con mimo y productos nutritivos. Un remedio doméstico de toda la vida para endurecer las pestañas y que crezcan más es aplicar aceite ricino con un cepillito antes de ir a acostarse. Otro truco de la abuela es hacer lo mismo pero con aceite de oliva, aunque también podemos usar el de almendras, de semillas de damasco o el de castor. En estos casos hay que aplicarlo con cautela para que no caiga dentro del ojo o toque el inicio de la pestaña y parpado. La vaselina es una de los trucos caseros para hidratar, pero es mejor el ricino o cualquier producto humectante de farmacia o establecimiento de belleza creado para las pestañas, ya que la vaselina es demasaido grasienta.
Evitemos el estrés ocular y de la piel: es recomendable usar gafas de sol, no pasarse muchas horas ante el ordenador o bronceándose, dormir ocho horas y evitar preocupaciones. Esto nos ayudará a estar mejor en general y siempre más bellos/as .
Imagen| Pixomar
