Para que sepáis más respecto a las porciones que colocáis en los platos destacamos que se realizaron diferentes informes que realmente son sorprendentes.
Los estudios consideraron que aquellos platos más copiosos y abundantes sacian en menor medida que aquellos que son menos abundantes.
Se intentó establecer diferentes platos con alimentos de variados gustos para que todas las personas que formaron parte del proceso tuvieran la posibilidad de escoger aquel que más le satisface; lo que se intentó de comprobar es si después de unos quince minutos de dejar de comer quienes se sentían más saciados, y el resultado fue inminente las personas que degustaron platos más pequeños estaban llenos a diferencia de los que consumieron porciones más abundantes.
Este estudio fue realizado para obtener avances en enfermedades como obesidad, y buscar diferentes alternativas que podrán adquirir en sus dietas las personas que lo padecen, de esta forma se intentara diseñar un plan estratégico para ayudar a establecer una rutina alimentaria e equilibrada para estas personas.
Este estudio fue concretado por especialistas reconocidos de Norteamérica.
Además se comprobó que aquellas personas que experimentaron los platos más abundantes no tuvieron una sensación de saciedad mayor que el otro grupo, o sea que la misma sensación pero ingiriendo mayor cantidad de alimentos.
Esto permite comenzar a destacar nuevas rutinas alimentarias más saludables, equilibrados para poder erradicar la enfermedad desde temprana edad concientizando a los padres. La lucha contra la obesidad es ardua y reeducar la conducta de las personas es el paso principal para este padecimiento.
