La anorgasmia: razones y tratamientos

anorgasmia

La anorgasmia es una disfunción sexual  muy común en las mujeres y que supone no alcanzar el orgasmo en las relaciones sexuales.  No se trata de una cosa frívola ya que puede afectar muchísimo al ánimo, y no sólo al placer y que afecta al bienestar de las personas que lo padecen, ya que no se libera ni el cortisol ni las endorfinas que relajan, hacer disfrutar al organismo y refuerzan el sistema inmunológico.

Lo primero que hay que saber de la anorgasmia, es que tiene cura: es una horrible mentira establecer que es imposible que una mujer  llegue al orgasmo, ya que salvo muy pocas excepciones no hay razones físicas que lo impidan sino psicológicas y culturales. La mujer frígida no existe, se trata de un prejuicio y un tópico y sobre todo un concepto que excluye cualquier tipo de esfuerzo, cuidado o paciencia.

Por lo tanto, en el caso de sufrir esta disfunción, que sufren un 40% de las mujeres en España y  2% de la población mundial , es tomárselo con calma y explorar sin miedo las diferentes ideas y fantasías personales. (También lo padecen los hombres pero en menos proporción)Aunque no haya orgasmos la mujer si siente placer, sin embargo no rebasa en límite medio previo al clímax. la confianza en la pareja y, especialmente, la desinhibición personal son muy importantes. Por otro lado si persiste  y se convierte en algo frustrante que arruina esos momentos de intimidad no está de más, acudir a un especialista: un psicoterapeuta o un sexologo.  A veces las barreras mentales tienen base en traumas graves como abusos, una educación muy restrictiva y, otras, es una falta de conocimiento de nuestro cuerpo e imaginación.

Así lo primero es conocerse a uno mismo y para ello la información y la educación sobre nuestro cuerpo es esencial, así como la experimentación a solas: descubrir lo que nos gusta o como estimularnos, paso a paso, es necesario, así como perder el miedo a comunicarse con la otra persona. Prueba cosas nuevas, juguetes y fantasías y, sobre todo, no hay que obsesionarse. Los ejercicios de yoga, en concreto los de Kegel, fortalecen los músculos de la vágina y ayudan a alcanzar el orgasmo y, asimismo, también previenen la incontinencia. (Evidentemente un terapeuta puede ayudarte a superar tus trabas y traumas junto a todo esto)

Una vez, que estos no ayudan comprobar como estamos físicamente, que es el último  y menos frecuente caso. En este último apartado se ha observado que el tamaño del clítoris y la distancia de este respectivo al interior de la vagina puede influir en la facilidad para obtener un orgasmo: cuanto más pequeño y más distancia puede haber más dificultad en hallar este preciado momento. Aunque es raro, también puede haber  una predisposición a sufrir la anorgasmia  por enfermedades vasculares, neurológicas o ginecológicas o el uso prolongado de cierto medicamentos y antidepresivos.

Imagen| Imagerymajestic

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