Toda y que se trata de un conjunto de enfermedades que ocurren muy a menudo, todavía hay mucho desconocimiento en cuanto a saber qué es y sobre todo a saber detectar sus síntomas. Y es que es importantísimo que ante la primera señal de ictus detectada, se acuda urgentemente al hospital. De identificar rápidamente un ictus y actuar con celeridad, depende tanto el evitar la mortalidad como sobretodo sus posibles secuelas.
El ictus afecta a los vasos sanguíneos que riegan el cerebro. Y con este término, ictus, hacemos referencia a este conjunto de patologías que popularmente conocemos como embolias o accidentes cerebrovasculares. Puede ser que una vena o arteria se rompa, en este caso es un ictus hemorrágico o hemorragia cerebral. O puede pasar que una arteria se obstruya por un coágulo de sangre, esto es un ictus isquémico o infarto cerebral.
Aunque este trastorno afecta más a las personas mayores de 65 años, hay que tener en cuenta que hoy en día, con hábitos de vida incorrectos e insanos, cada vez hay más afectados entre los menores de 45 años.
Así que vamos a ver los factores de riesgo que pueden ser modificables, para prevenir en la medida de lo posible sufrir un ictus:
El tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, el consumir drogas, la hipertensión, el colesterol elevado en sangre, la diabetes, la obesidad y las comidas rápidas, la vida sedentaria, las dietas demasiado ricas en sal y en grasas y enfermedades del corazón.
En realidad, todos estos factores de riesgo no son nada nuevo, los conocemos de sobra porque son la base para estar sanos y prevenir posibles trastornos ¿Por qué no dejamos de fumar?, ¿Cuáles son las razones por las que no bajas de peso? ¿por qué no cuido más mi dieta? Son preguntas que nos hacemos a menudo, seguro. Una vez más, hagamos el firme propósito de cambiar alguno de estos hábitos.
