La crisis no sólo nos deprime anímicamente, sino que nos puede afectar físicamente. Dos informes, uno realizado por el Gobierno estadounidense y otro por la Sociedad Española de Salud Pública (Sespas), coinciden en alertar de que la precariedad económica es fuente de enfermedad y sus graves peligros, como la depresión, los trastornos de ansiedad e incluso el suicidio. Aunque la crisis no sólo nos afecta mentalmente, ya que estos problemas pueden derivar en un deterioro de la salud cardiovascular.
Según el informe de Sespas, en los servicios sanitarios se abusa del uso de nuevas tecnologías y se da prioridad al incremento del número de nuevos hospitales o centros de salud. Y no se tiene en cuenta los auténticos determinantes de la salud, que las condiciones de vida y de trabajo, la educación, la vivienda y los hábitos de vida.
La crisis económica está empeorando las condiciones de vida de los ciudadanos, al reducir las prestaciones para desempleados y al sentir inseguridad laboral, han hecho que aumenten enfermedades mentales y físicas derivadas de las mismas.
Algunos consejos para que la crisis no nos afecte tanto:
– No te agobies con el tema económico, reduce al mínimo los gastos innecesarios y si tu situación es asfixiante, no dudes en acudir a tu oficina bancaria, ellos podrán ayudarte y ofrecerte las medidas que necesitas.
– Si no encuentras empleo no te desanimes, ya que no debes dejar de buscarlos, ¡nunca sabes cuándo va a llegar la oportunidad de tu vida!
– No veas la televisión, los telediarios nos inundan con desgracias que no nos vienen nada bien en un estado anímico decaído.
– Haz un poco de deporte todos los días, te distraerás y tu salud mejorará notablemente.
