Algo bueno viene de Oriente…

Algo bueno viene de oriente

Según algunos estudios, existen diversas enfermedades cuya incidencia es mucho menor en los países orientales, lo cual puede estar relacionado con la alimentación o las costumbres de la zona.

En ese sentido, se ha detectado que ciertos tumores y algunas enfermedades de tipo degenerativo afectan menos a la población de países como China, Japón, Corea, India, Pakistán, Nepal… motivo por el cual los expertos están dedicando sus máximos esfuerzos en intentar averiguar si determinados elementos de la dieta y la cultura de esas zonas pueden guardar alguna relación con las estadísticas en ese sentido.

De hecho, algunas de las investigaciones pioneras en la prevención de determinados tumores han tomado como base los componentes del té verde, pues se ha comprobado que la concentración de antioxidantes que presenta esta variedad puede funcionar ante la evolución de determinadas células pre cancerígenas.

Igualmente, los últimos estudios destinados a mitigar los efectos de la osteoporosis han lanzado a la luz datos bastante sorprendentes en cuanto a los beneficios aportados por la soja, lo cual ha llevado a la comercialización de diversos productos y alimentos en los que ésta constituye el componente mayoritario.

En definitiva, al final va a estar en lo cierto esa amiga que todos tenemos, cuya ansia por introducir en su vida cotidiana elementos de todas las culturas no va nada desencaminada… De hecho, ¿por qué no aprovechar lo beneficioso y positivo de cada lugar?

Desde luego, es conveniente contrastar la eficacia de todos los componentes y elementos, sobre todo con la idea de evitar contradicciones e incompatibilidades. Sin embargo, cuando se trata de alimentos, normalmente las combinaciones no entrañan mayor peligro que el de causar una indigestión; por lo que probar parece una posibilidad nada desdeñable si lo que se consigue es aunar todos los elementos saludables de cada cultura.

De todos modos, sea cual sea el resultado obtenido, la comida oriental y la taza de té que tan bien puede venir ante los rigores del invierno (verde, tal vez mejor, por aquello del “por si acaso”) no constituyen un esfuerzo excesivo… así que, ¿por qué no? Mientras se desarrolla la investigación podemos ir avanzando camino…

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