Consejos contra la depresión postvacacional

Consejos para la depresión postvacacional

La depresión postvacacional o estrés post vacaciones es un síndrome que surge en la sociedad moderna y que se debe sobre todo  a concebir el trabajo en general como una tarea desagradable o con connotaciones negativas. Este se entiende como el malestar o la ansiedad que produce volver a la actividad laboral tras una etapa de recreo, sobre todo en los casos en los que ha sido larga, se ha conseguido desconectar y se han vivido unos días de descanso ‘muy necesitados’. Si eres una de esas personas que sufre este mal, aquí te damos unos consejos para sobrellevarlo.

 De esta manera la depresión postvacacional no es algo que sufra todo el mundo, sino en personas que, en resumidas cuentas, no disfrutan de su trabajo, o están sobrecargado de cometidos, o tiene un ambiente laboral estresante.  Además se trata de un efecto temporal de adaptación a la labor pesada o indeseada del día a día. Para hacer esta ‘reinserción’ más llevadera o menos drástica, estas son algunas de las cosas que os pueden ayudar.

Regresa de tu viaje un par de días antes de empezar a  trabajar para ir adaptándote a la rutina normal.

– Inicia la jornada con las tareas más fáciles y sube el ritmo poco a poco.  No compliques estas obligaciones, concíbelas en sus términos simples cuando las realices y resuélvelas sin darle muchas vueltas, aunque sea más despacio

-Levántate con una imagen positiva y se algo autoindulgente contigo mismo: date algún capricho al salir o piensa en tus planes de fin de semana. De la misma manera fomenta una buena actitud en el espacio de trabajo, mantén un buen ambiente con tus compañeros: usa mensajes positivos tanto para ellos como sobre vuestro empleo en general. Comprobarás que es menos duro si no estáis pensando todos que el trabajo es malo y vuestra actividad también.

Haz ejercicio moderado pero cada día, lo que facilita la liberación de las tensiones, y duerme bien.

– Intenta relajarte aunque estés trabajando. No hay nada que canse más que estar todo en día en vilo o preocupado sin razón. Así dedica unos pocos minutos al día a ello, medita, intenta destruir los pensamientos negativos y cuando vuelvas a la faena no dejes que te invadan. Focaliza tus esfuerzos sin distraerte.

– El trabajo tiene un horario, se estricto con esto. Cuando sales no te lleves el trabajo a casa, ni literalmente (no dejes cosas para hacer en tu hogar) ni figuradamente. Es decir, cuando acabes haz otras cosas, desconecta y dedícate a disfrutar de las pequeñas cosas, sal, ve a tus amigos o completa tus otros deberes personales y/o domésticos. Concienciate y aprovecha tu tiempo libre.

David Castillo Dominci

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