Sin lugar a dudas, tras una semana de balance final, estos días nos invitan a plantear nuevos proyectos de cara al recién estrenado año. Seguramente, la mayoría de nosotros le hemos realizado una petición en voz alta al 2011, probablemente con la intención de que nos premie con un bien muy preciado en su máxima instancia: la salud.
En ese sentido, probablemente muchos tendremos en mente el propósito de iniciar una dieta, practicar algún deporte y empezar a cuidarnos con mayor dedicación. Por ello, la retahíla de buenos deseos habrá sido similar para todos, pues mejorar la salud ha aparecido en todas las plegarias.
En fin, el caso es que empezar ya hoy puede constituir un buen comienzo para establecer una pauta durante el resto del año. Por tanto, no vendría mal tener en cuenta las típicas recomendaciones, que posiblemente tomaron forma en la propia noche de Fin de Año:
– Dieta mediterránea.
– Alimentos crudos y a la plancha.
– Cocina casera y con dedicación personal.
– Variedad en la alimentación.
– Un vasito de vino mejora la salud.
– Fruta y verdura fresca para incrementar el consumo de vitaminas.
– Legumbres como fuente de nutrientes y fibra.
– Proteínas necesarias para la regeneración de tejidos y como base para la formación del músculo que sustituirá a la composición grasa de nuestro cuerpo.
– Hidratos de carbono con moderación para asegurar el aporte energético.
– Una hora diaria de marcha ligera o deporte aeróbico.
– Ejercicios de estiramiento y equilibrio para evitar la oxidación muscular.
– Momentos diarios de reflexión y respiración controlada para evitar el estrés.
– Ingesta de cítricos para evitar la gripe y los engorrosos resfriados.
– Procurar momentos sociales para elevar la autoestima.
– Buscar aficiones y ocasiones de ocio para contrarrestar la rutina.
– Establecer una pauta de comidas para evitar los atracones que limiten los efectos de la dieta.
– Eliminar el tabaco para los que aún conserven ese hábito (por otra parte, tan “penalizado” al iniciar este 2011).
– Tratamiento spa de forma habitual.
– Mínimo dos litros de agua y líquidos sin gas diarios.
– Positivismo y buen humor para afrontar el día a día.
– Inscribirse en un gimnasio para realizar deporte en compañía.
– Un largo etcétera del que todos tenemos noticia…
En definitiva, la teoría respecto a hábitos saludables es de dominio público, aunque su aplicación práctica le resulte a la mayoría algo más complicada. En cuestiones de salud, los milagros radican en la mente humana y los logros en la adquisición de costumbres sanas y el despliegue de energía. Por consiguiente, tal y como rezaría un programa de carácter psicológico o incluso esotérico, la salud está en tus manos… Que el 2011 nos proporcione bienestar, salud y motivación en cantidades industriales. Feliz 2011.
