Café vs Té

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Cuando llega el desayuno, la necesidad de despertarnos y activarnos para una larga jornada nos lleva a tomarnos una buena taza de café o de té. Aunque ambas tienen bondades, también tiene efectos desfavorables. ¿Cuál de las dos bebidas es más saludable?

Té y café destacan por su sustancia estimulante que nos despierta y acelera el metabolismo: la teína y la cafeína. Sin embargo, la mayoría de los especialistas recomendarían elegir otro tipo de alimento para hallar energía: cereales integrales y fruta, por ejemplo. En cualquier caso, en principio de estos dos líquidos será mejor quedarse con el té, ya que la teína es más suave y menos adictiva que la cafeína, y a ser posible sin leche o con leche vegetal, sin azúcar y sin la repostería que los acompañan.

Tanto uno como otro hay que mencionar sus aportes de antioxidantes. El té es rico en ellos en mayor proporción que el café, gracias a sus polifenoles, especialmente los del verde, lo que previene el envejecimiento,  la degeneración celular y lucha contra las agresiones externas. Asímismo los dos ayudan a prevenir la diabetes (evidentemente hay que consumirlos sin azúcar) ya que eliminan el azúcar en sangre y el cáncer.

En el lado negativo ninguna de las dos se recomienda a personas con hiperactividad o trastornos nerviosos. Igualmente son diuréticos y en caso de pasarse con las dosis pueden ser laxantes, aunque el café suele sentar fatal al estómago. Hay que tener cuidado con ambas si se tiene anemia  ya que estas impiden la absorción del hierro.

Entre las cualidades del té hay que citar que es bueno para el corazón y no tiene grasas ni proteínas ni carbohidratos pero aporta vitaminas como E y C, en la variedad de té blanco, y reduce el colesterol, si se trata de té rojo. Refuerza las defensas y combate las caries (aunque amarillea los dientes al igual que el café)

El café  mejora el asma y las alergias. Dilata los vasos y facilita la circulación de la sangre. Previene de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer. La energía que proporciona es muy recomendable a las personas que sufran de tensión baja.

En el lado de las cosas negativas de un cafecito destacan que es malísimo para el corazón si nos pasamos de cantidad, para el hígado y las glándulas suprarrenales. En altas dosis hasta puede hacer mella en el calcio de los huesos.

No obstante, ambas plantas tienen en su composición datos controvertidos: el café  tiene algunos elementos que pueden ser la base de drogas y medicamentos para tratar el insomnio y las enfermedades cardiacas (a pesar de ser inapropiado  en su ingesta ‘ bruta’ para quienes sufran problemas de corazón o hipertensión ) aunque otros, sin embargo, son cancerígenos. El té gracias a su nivel de antioxidantes puede ayudar en la lucha contra el cáncer, pero la tendencia a beberlos muy caliente favorece la aparición del cáncer de esofago.

En resumen, té y café aportan muchos beneficios, pero quizás el café, aunque activa más rápido y da más energías, es el que más contraindicaciones tiene.

Imagen| Samiblue/Zirconicusso

 

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