De acuerdo a los nutricionistas se debe comer tres raciones de frutas al día, en el desayuno almuerzo y a media mañana o media tarde, ya que además de aportar con vitaminas y minerales protegen el organismo ayudando a prevenir enfermedades como la gripe, en el caso de las frutas cítricas (naranja, manzana, mandarinas).
Las frutas son consideradas como sinónimo de salud, su alto contenido de agua facilita la eliminación de toxinas del organismo, y por su concentración de fibra ayudan a regular la función del intestino y a evitar y corregir el estreñimiento.
La fibra que aporta la fruta tiene gran interés dietético, posee efectos beneficiosos tanto en la prevención como en el tratamiento de ciertas enfermedades (exceso de colesterol, diabetes, obesidad, cálculos en la vesícula biliar, hemorroides y venas varicosas, divertículos, cáncer de colon y úlcera).
Son fuente casi exclusiva de vitamina C. Por lo que los expertos en nutrición recomiendan tomar como mínimo tres trozos de fruta al día, procurando que una de ellas sea rica en vitamina C (cítricos, kiwi, melón, fresas, tropicales…).
Además de lo anterior, las frutas contienen antioxidantes que protegen frente a enfermedades relacionadas con la degeneración del sistema nervioso, enfermedades cardiovasculares e incluso el cáncer. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado en los últimos años los resultados de diversos estudios de investigación que ponen de manifiesto los efectos anticancerígenos de frutas y verduras, particularmente contra el cáncer del tracto gastrointestinal y contra el de pulmón.
Cuando se consumen las frutas de la región y que están en cosecha, son también un alimento de bajo coste por lo que es fácil mantenerlos en casa y enviarlo en la lonchera a los pequeños.
