Dolores posparto: cuando tu cuerpo se recupera

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El embarazo es una etapa de la vida dura y preciosa. Gestar vuestro bebé significa que todo vuestros cuerpos se preparan para acogerlo y formarlo, lo que hace que cambie el organismo entero: tu postura, tu útero, tus caderas, tu vientre y órganos internos, tu columna. Esta transformación que dura 9 meses y es progresiva, se invierte tras dar a luz. Estos cambios tanto como los primeros como los segundos implican algunos dolores y molestías, que se dan de manera diferentes y en distinto grado en cada mujer. No obstante, os vamos a citar algunos de los más comunes que se pueden sufrir durante las primeras 6 semanas posparto. (DE cualquier modo, si tenéis dudas o si estos resultan muy dolorosos nunca dudéis en acudir a vuestro médico)

Dolores de mamas. La lactancia es muy bonita y recomendable para vuestro bebé y la relación entre ambos, pero no os asustéis también puede ser algo molesta: los pechos están muy hinchados, inflamados y sensibles, la piel se reseca, y se agrieta (sobre todo en torno a los pezones si al pequeño le cuesta mamar o si lo tenéis mal colocado al darle de comer) y el músculo está tenso  especialmente cuando la glandula mamaria está llena de leche.  Lo peor son los primeros días cuando sube la leche por primera vez, lo que puede ir acompañada de fiebre.Puede ser que el dolor vaya en detrimento o que se mantenga leve o moderado, si es muy agudo, lo mejor en consultar con el médico, ya que si los dolores se mantienen puede ser que se de retención de leche y esto de lugar a mastitis o infección de las mamas.

Entuertos. Está palabra tan literaria hace alusión a los dolores del útero al contraerse para volver a su estado original. Estos pueden parecerse a las contracciones pero más suaves, claro.

Puntos y heridas. Los esfuerzos del parto dar lugar a heridas que a veces hay que coser y más en el caso de tener que llevar a cabo episiotomias (cortes en la zona del perineo para evitar desgarros y favorecer la salida del bebé).  En ese caso hay que extremar los cuidados de higiene, usando jabón neutro y secando la zona con delicadeza, reposar al menos cada diez minutos y sentandose apoyando primero el lado opuesto al afectado. Se pueden usar pomadas, recetadas siempre, del tipo antihemorroidal.

En caso de cesárea, también hay que hacer curas y limpiar cómo cualquier otra herida

Estreñimiento, incontinencia urinaria y hemorroides. El sobre-esfuerzo localizado del parto da lugar a debilidad y dolor en los músculos en torno al periné, ano y la uretra, por lo que es normal que la orina se escape un poco y que defecar sea más incómodo al estar fuera las hemorroides, sobre todo si se mantiene el estreñimiento que muchas veces ya se sufre con el embarazo. Este puede ser un mal anterior a todo la gestación, deberse a una mala alimentación o a un miedo psicológico ante el dolor de las dichosas almorranas. Los consejos más comunes son ejercitar estos músculos de la zona del periné con pilates, yoga específico para el posparto o ejercicios kegel, extremar la higiene y aplicar cremas calmantes y aumentar el consumo de fibra, agua y alimentos con  efecto laxante.

Cansancio, depresión y cambios de humor. Lo que más ayuda a soportar la lista de molestias y dolores que vienen con el parto y el posparto es la adrenalina, dopamina y felicidad de ver a nuestro bebé. Esto hará que al principio estemos enérgicos y contentos, pero, amigos, este es el principio de una montaña rusa. El extra de trabajo de estar al cargo del chiquitín/a y sus necesidades, al tiempo que el cambio hormonal (así como enfrentarse a la nueva, desconocida e increíble de cuidar un bebé) y la bajada de la adrenalina inicial, hará que estemos agotados, irascibles, a veces a punto de llorar o gritar unas veces y otras pletóricos. Nuestro consejo es que hagáis lo mejor que podáis sin agobiaros, manteniendo la calma, disfrutar y olvidar cómo esté la casa, descansad y dormir mientras vuestro hij/a lo hace y apagad el teléfono mientras. Y si requerís un respiro, pedid ayuda y tomar un rato para desconectar de todo.

Imagen | David Castillo Dominci

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