Los oídos son una parte muy importante de nuestro cuerpo y que nos permiten comunicarnos y disfrutar de la música entre otras cosas, sin embargo, es uno de los sentidos menos apreciados y menos cuidado, no sólo en cuanto a agresiones acústicas, sino en cuanto a cuidados e higiene ¿proteges bien tus oídos?
Los oídos nos permiten vivir una vida plena al permitirnos sensaciones auditivas, escuchar sonidos calidos y agradables, sentir ritmos y melodías estar alerta ante peligros, comunicarnos,e incluso mantener el equilibrio. Por eso hoy os vamos a dar unos cuantos consejos para que tus oídos estén sanos?
–Huid de la contaminación auditiva. El sonido muy alto puede dañar nuestros oídos pero también romper nuestro bienestar y nuestra paz. Aunque a veces el bullicio es inevitable, así como atascos o multitudes, en ciudades, podemos evitar aglomeraciones ruidosas como discotecas de alto voltaje o espectaculos pirotécnicos o simplemente no abusar de ellos.
– No os paséis con el volumen de la música. Podéis ponerla alta y vivirla, pero cuando se trata de escucharla con auriculares el exceso de intensidad puede, por exagerarlo, romper nuestros tímpanos. Debilitar esta película interna no sólo es dolorisísimo puede generar vértigos y dejarnos sordos.
–Acostumbraos a sonidos más bajos: las canciones y las conversaciones no tienen que ser muy elevadas para ser buenas, de hecho, ni siquiera se captan más sonidos ni matices. Lo mejor para oir bien es un volumen moderado en un ambiente tranquilo. Mientras el entorno no sea ruidosos es más fácil oir con más detalle con una intensidad media de sonido.
–Eliminad ruidos innecesarios de vuestra vida, los oídos no se dañaran, pero nuestros sentidos se saturan ante el exceso y funcionan peor. Relajados funcionamos mejor en la mayoría de circuntancias.
– Limpiad bien las orejas y los oídos. Esto significa que hay que quitar el exceso de cerumen para que no formen tapones que reduzcan nuestra capacidad de escucha. Quita sin presionar y sin introducir nada en el oído, tipo bastoncillos, esto aumenta el problema de los cúmulos y obstrucciones. Hoy en día existen líquidos especiales que disuelven la cera para que caiga sola sin necesidad de ‘ir de excavación’. Por fuera basta con limpiar suavemente con una toalla. No olvides secar suavemente ya que con la humedad pueden salir hongos e infecciones.
– Gorros, sombreros y orejeras son aliados en invierno. Las gripes, catarros pueden afectar a los oídos, así como el frío puede favorecer infecciones, así que protégelos del frío.
-Si te gusta el buceo o la natación usa tapones (sin meterlos a la fuerza). El agua y los cambios fuertes de presión a ciertas profundidades puede dañar la membrana del oído, así que hay que resguardarlos y visitar al médico en caso de que nos duela al bajar mucho en las inmersiones.
– Ante problemas auditivos o de escucha no os automediquéis ni uséis remedios caseros, acudid siempre al médico.
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